Somos más que una talla o un número en la báscula. Es cierto que hay datos que pueden servir de indicadores de nuestro estado de forma y de salud, pero no debemos olvidar que una de las cosas más importantes son nuestras sensaciones. Cuando alguien se pone a dieta tiende a centrarse en el peso y comienza diciendo... quiero perder X kilos en tanto tiempo. Esta relación kilos/tiempo es común en las famosas dietas milagro. Me parece increíble que se juegue así con la ilusión, la salud y en ocasiones la desesperación de la gente. Lo único que consiguen es una pérdida de peso efímera, de manera que al poco tiempo se recupera lo perdido y más. Incluso la persona puede acabar con trastornos alimenticios y ansiedad debidos a las severas restricciones. Siempre digo lo mismo, es mejor caminar lento pero con paso seguro, disfrutar del camino y valorar todos esos avances que nos hacen sentir mejor, independientemente de lo que esté marcando la báscula en ese momento. Así que párate por un segundo a pensar cómo te sientes y cómo te gustaría sentirte.
Los cambios que hacemos en nuestros hábitos, por ejemplo los que hacemos en la alimentación, tienen un efecto inmediato y no me estoy refiriendo al peso. Al principio se suele notar como baja la inflamación abdominal, se siente alivio de la sensación de pesadez que provocan las comidas pesadas. Mejoran las digestiones y la calidad del descanso, lo que repercute directamente en la actitud y energía con la que afrontamos el día. Pero todos esos beneficios pasarán casi desapercibidos si insistes en mirar sólo la báscula.
Mi recomendación es que te hagas con un cuadernillo y a modo de diario vayas anotando todos esos avances, mejoras o sensaciones que te provocan los cambios que estás haciendo en tu estilo de vida. Vale todo!! Todo lo que se te pase por la cabeza. Cuando hago seguimiento a mis clientes no solamente me interesa su peso, también quiero saber si pasan hambre o por el contrario se siente saciados, si les sienta bien la comida, si ese alimento que han tenido vetado desde niños han sido capaces de saborearlo y darle una nueva oportunidad, si descansan bien, si se sienten cansados o con mucha energía. En el caso de las mujeres una buena alimentación también sirve para regular el ciclo menstrual y aliviar las molestias propias del periodo. Si hablamos de entrenamiento es interesante analizar tus sensaciones durante y después del entrenamiento para ir adaptando la intensidad de cada rutina.
Cuando te sientes bien lo normal es que actúes de forma diferente, cambian tus intereses y eso también lo puedes reflejar en tu cuadernillo de sensaciones. Mis clientes me comentan que se compran ropa diferente, que les gusta darse algún capricho en material deportivo, se miran más al espejo, en definitiva, se gustan más y eso es al final lo que queda. Disfrutar de todos esos cambios es lo más importante del proceso, al margen de todo esto están los indicadores numéricos peso, medidas, composición corporal... Claro que hay que hacer un seguimiento de estos parámetros, pero siempre sin obsesionarse y quedándote con lo más importante, tus sensaciones. ¡¡Quédate con la sensación de vivir!!
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