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Domina la ansiedad por comer


ansiedad por la comida

A diario recibo emails y comentarios planteando el tema de la ansiedad por la comida. Soy de las que defiende que comer es uno de los placeres de la vida!! Sin duda genera satisfacción, pero esa sensación será efímera si te excedes. Malas digestiones, inflamación abdominal, acumulación de grasa, además del típico remordimiento de conciencia son algunos de los efectos que producen los atracones. Comer más no te hará sentir mejor, comer bien si. Haciendo un buen uso de la comida estarás alimentándote de forma saludable y con ello la satisfacción se vuelve bienestar.


Si hay una característica propia de la ansiedad es el descontrol. Y es que no se trata de hambre fisiológico que desaparece al ingerir alimento, más bien es el intento de calmar con comida aquello que nos altera a nivel emocional. Detectar el motivo que abre la caja de los truenos es el primer paso. Es necesario mejorar la relación con la comida, comer no resolverá tus quebraderos de cabeza, no es una recompensa y tampoco es un entretenimiento. Aún así soy consciente de que la comida es algo más que el medio para nutrirnos, también sirve para celebrar, disfrutar y compartir con los nuestros. El problema es cuando se utiliza para enmascarar nuestro estado de ánimo. Como siempre apelo al sentido común.


Aunque la ansiedad está muy relacionada con las emociones hay ciertas conductas que lo propician. ¿Sabes que el desorden, genera más desorden? Comer rápido, a deshoras, de pie, lo primero que pillas, dormir poco, saltarse comidas, falta de hidratación... Son hábitos que muy probablemente desencadenan en ataques de ansiedad.


La alimentación consciente te ayudará a controlar tus impulsos. El plan de alimentación contempla al menos 5 comidas al día y equilibra las porciones con el fin de tener energía sostenida en el tiempo sin pasar hambre. Y si aparece la ansiedad...


¿Qué debemos hacer?

Respira: Cuando aparece la ansiedad la respiración se altera, así que controlar voluntariamente el ritmo de respiración te ayudará a controlar el impulso.


Bebe agua: Es habitual confundir sed con hambre. Bebe un vasito de agua o una infusión, calmará esa sensación de "hambre" y no sumarás calorías.


Cambia el foco: Deja de centrar tu atención en la comida y busca una actividad que te mantenga ocupado. El aburrimiento es uno de los motivos que puede empujarte a comer.


¿Qué debemos comer?

Alimentos saciantes: Tanto la proteína como la fibra generan sensación de saciedad. Una combinación de alimentos que incluya ambos macronutrientes calmará ese hambre incipiente y evitará que vaya a más. Ejemplo: Una porción de queso batido 0% MG con topping de avena y manzana troceada.


Alimentos con bajo aporte calórico: Masticar calmará tu ansiedad. Para no sumar demasiadas calorías puedes optar por en pepinillos y cebolletas en vinagre (lávalos para eliminar el exceso de sal), manzana, zanahoria, fresas. Los alimentos ricos en agua también te ayudarán a sentirte lleno, sandía o melón, pueden ser la solución.


¿Qué debemos evitar?

No te rindas al dulce!! Sólo empeorará la situación provocando un pico de azúcar en sangre y generando en poco tiempo mayor sensación de hambre. Consumir alimentos ricos en carbohidratos refinados provocará un efecto similar al dulce.


Ahora ya sabes que la ansiedad no es sinónimo de hambre. Un estilo de vida ordenado reduce considerablemente los ataques de ansiedad. Te puedes poner en contacto a través de este formulario para solicitar información del Plan Personalizado. >CONTACTAR<


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