Septiembre es el punto de partida muchos retos, uno de los que más se repite es bajar los kilos que el verano nos ha regalado. Además de retomar los buenos hábitos en la mesa buscamos ese plus que nos permita adelgazar en el entrenamiento. Cuando el tiempo escasea nos preguntamos cómo sacar el máximo partido a los minutos que dedicamos a hacer ejercicio. Si tengo 30 minutos... ¿Hago cardio o hago pesas? ¿Cómo se queman más calorías?
Buscamos déficit calóricoa, es decir nuestro objetivo sería simplemente quemar calorías para contrarrestar. Digo esto porque si el objetivo fuese reducir el porcentaje de grasa, deberíamos enfocar tanto el entrenamiento como el plan de alimentación de otra manera. Bien, si comparamos las calorías que se queman en 30 minutos haciendo cardio y las que quemamos en ese mismo tiempo con una rutina de pesas, gana el cardio. Sin embargo, una rutina de pesas genera un aumento del EPOC, se trata del aumento en el oxígeno que consumimos después del entrenamiento y que genera una quema calórica una vez cesa la actividad. Este efecto también lo puedes conseguir haciendo cambios de ritmo, así que para nuestro objetivo podríamos concluir que lo mejor es hacer una actividad cardiovascular trabajando con diferentes intensidades.
¿Cómo logramos alterar la intensidad de la rutina? En ejercicios cardiovasculares como la bicicleta, la carrera, el stepper, el remo o la elíptica puedes jugar con diferentes parámetros: resistencia, dureza, velocidad y pendiente. Además, puedes combinarlo con ejercicios funcionales como sentadillas o flexiones, y otros más explosivos como por ejemplo, saltos simples, rodillas al pecho, talones al culo y/o burpees. Alterna periodos de intensidad moderada, con otros de alta intensidad. La rutina tiene que ser dinámica, huyendo de ejercicios repetitivos de intensidad estable.
Ponle ganas!! De nada te servirá ir 30 minutos al gimnasio si estás medio dormido, cansado o apático. Concéntrate en la ejecución y la respiración. Especialmente en los periodos de máxima intensidad, asegúrate de que estás dando todo de ti, busca tus límites.
La ventaja de este tipo de entrenamientos es que son rápidos y efectivos. Sus efectos persisten incluso después del entrenamiento, seguirás quemando calorías sin ejercitarte.
Aunque hemos concluido que para incentivar la quema de calorías lo mejor es el cardio a intervalos, mi recomendación es que no renuncies al entrenamiento con cargas. Y por supuesto cuida tu alimentación!! Además es interesante que a lo largo del día intentes mantenerte activo llevando tus tareas cotidianas.
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