¿Te has preguntado alguna vez porqué comes? Evidentemente necesitamos alimento para subsistir y la comida es el medio del que disponemos para aportar nutrientes y energía. Pero la pregunta que planteo va más allá... ¿Qué motivo es el que te empuja a comer en un determinado momento?
La sensación de hambre es el mecanismo de defensa del que se sirve el cuerpo para alertarte de la necesidad de alimento. El frío, el sueño y el cansancio son síntomas fisiológicos que detonan falta de energía y que también pueden incitarte a comer. Sin embargo, no siempre comemos por hambre, frecuentemente las ganas de comer se despiertan por la estimulación de los sentidos a través de un olor, una imagen, un recuerdo o un sabor, también debido a alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad, estrés, nervios, preocupaciones, prisas, aburrimiento... Necesidades de tipo emocional que intentamos calmar con comida.
¿Sabías puedes llegar a tener hambre por algo que has comido? Los alimentos con gran cantidad de azúcares simples elevan bruscamente los niveles de glucosa en sangre, y esto altera las hormonas que regulan el apetito. Ocurre algo similar si ingieres porciones grandes de alimentos almidonados y refinados.
Comer produce placer, eso explica que incluso habiendo comido copiosamente seamos capaces de "hacer hueco al postre", o que incluso sabiendo que un determinado alimento nos sentará mal asumamos las consecuencias y optemos por disfrutar de ese bocado. La búsqueda de ese placer hace que comer lo veamos como una recompensa, por ejemplo, a un largo día de trabajo. Lidiar con un apetito desmesurado y desordenado puede convertirse en un problema con consecuencias en tu estado de forma y tu estado de salud.
Llevar unos buenos hábitos favorece que ese impulso aparezca cuando hay una necesidad real, siendo capaces de controlar el apetito emocional.
GLUCOSA ESTABLE
La glucosa en sangre se elevan al ingerir alimento y disminuyen cuando pasamos mucho tiempo sin comer. Los picos en los niveles de glucosa desestabilizan a las hormonas que controlan el apetito. Para mantener la glucosa estable deberás, comer regularmente cada 3 horas, porciones a adaptadas a tus requerimiento, consumir alimentos con bajo índice glucémico (con aporte de fibra) y comer despacio.
CUBRIR NECESIDADES
Los desequilibrios se hacen evidentes cuando las necesidades no están cubiertas. El hambre de la mano de la ansiedad aparece si existen carencias en la alimentación. Llevar un plan de alimentación adaptado a tus requerimientos es uno de los pilares para controlar el apetito.
ANSIEDAD BAJO CONTROL
La respiración es un proceso de importante en la regulación fisiológica, cuando se produce un ataque de ansiedad la respiración y el ritmo cardíaco se acelera. En esos momentos respira hondo y suavemente, repite varias veces hasta recuperar un ritmo normal que te permita tomar buenas decisiones.
HAMBRE Y SED
Confundir la sensación de sed con hambre es muy habitual. Lleva una buena hidratación a base fundamentalmente de agua.
HORARIOS
La repetición de horarios favorece la regulación de funciones básicas, por eso es tan importante llevar una buena rutina de sueño, alimentación y actividad.
Identificar los motivos que te empujan a comer te ayudará a controlar tus impulsos y llevar una alimentación más consciente. Aquí te dejo mi contacto, podrás solicitar información sobre el servicio de planificaciones personalizadas FOOD&TRAINING.