Comer más de lo necesario es una de las causas del sobrepeso. Y tú... ¿Dirías que comes mucho, poco o lo normal? Responder a esta pregunta puede resultar muy subjetivo. Asumimos que es normal aquello que forma parte de nuestra rutina y nuestro entorno, y a partir de ahí cada uno tiene su propia vara de medir.
En los últimos años hemos visto crecer progresivamente el tamaño de las porciones, sin a penas darnos cuenta hemos etiquetado como "normal" cantidades que exceden nuestras necesidades. Comer bien es comer variado, pero sin duda tiene que ir ligado al equilibrio y la proporción.
Desde pequeñitos nos enseñan a no dejar nada en el plato. No es una mala costumbre si cuidas lo que sirves en él. La porción dependerá de la persona: altura, edad, sexo, actividad, objetivo... También influye lo que hayas comido a lo largo de ese día. Por ejemplo, no consumirás la misma cantidad de pan si estás comiendo paella que si estás comiendo pollo asado.
Muchas veces me preguntáis por el uso de la báscula en cocina, yo habitualmente no peso mi comida. Quizás en alguna ocasión para tener una referencia, no con el fin de controlar hasta el último gramo. Educar la vista a las cantidades te servirá para ser equilibrado en las porciones. En un primer momento te puedes servir de la báscula y de otros elementos de referencia.
En alimentos con alto poder calórico, como por ejemplo el aceite de oliva o los frutos secos debes ajustarte lo más posible a la ración que has establecido. Aunque se trate de alimentos saludables que debes incluir en tu dieta, lo cierto es que un exceso de ellos tendrá más impacto en tu dieta que otros alimentos más ligeros. Los carbohidratos aunque son menos calóricos que las grasas (CH, 4 calorías por gramo frente las 9 calorías por gramo de las grasas), también son una importante fuente de energía que debes medir. Ten en cuenta que puedes aportar carbohidratos a través de muchos alimentos pan, arroz, patata, pasta, bollería... Los vegetales también aportan carbohidratos, pero su "peso calórico" es menor, son un elemento excelente a la hora de equilibrar tus platos sin disparar el aporte calórico.
¿Cómo controlar la porción?
Sirve en tu plato aquello que vayas a comer. Evita picotear de un plato compartido o directamente de la fuente.
Utiliza platos pequeños. Tendrás sensación de estar tomando una ración generosa si el plato se ve lleno.
Cocina para el número de personas que vayan a comer, evitando que haya un gran excedente.
Abundancia de vegetales. En general son alimentos muy nutritivos y poco calóricos.
Las bebidas también suman calorías. Exceptuando el agua que es acalórica, e infusiones y café que tiene pocas, el resto de bebidas tienen calorías a tener en cuenta.
Si comes fuera de casa... Ten en cuenta que las raciones son iguales sean cuales sean tus requerimientos. Come lo que se corresponda con tus necesidades.
Si comes de buffet... Elige lo que más se ajuste a lo que tenías planificado. No te dejes abrumar por la cantidad.
Dedica un tiempo a analizar tu situación, e intenta responder la pregunta con la que arrancaba el post de la manera más objetiva posible. Diseña la porción a tu medida y pon en valor cada alimento, para ello hazte una serie de preguntas analizanto: Tu objetivo, actividad, calorías que consumes, cuántas calorías necesitarías para lograr tu objetivo, cómo distribuir tus comidas, qué alimentos necesitas potenciar en tu dieta, plantéate si abusas de algún alimento...
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