En busca del vientre plano nos encontramos con un obstáculo que impide o dificulta que llegue el resultado esperado, la inflamación abdominal. La inflamación abdominal es un problema que está al margen de tener o no exceso de peso, nos preocupa a nivel estético pero desde luego lo más incómodo es la sensación de pesadez y presión en el abdomen y en el vientre. Conviene observar si estos síntomas se repiten con frecuencia ya que podría estar relacionado con diferentes patologías. Sin embargo, lo más habitual es que se deba a la acumulación de gases por comer en exceso o de forma inadecuada. En el momento en que se corrigen ciertas conductas la reducción de la hinchazón se hace evidente. Generalizando podría decir que es uno de los primero avances que notan mis clientes al arrancar con el plan.
Para identificar el origen del problema debes ser vigilante. Aunque hay alimentos y hábitos que favorecen la acumulación de gases, lo cierto es que no todo el mundo responde de la misma manera.
FIBRA
Es un caso algo especial, tanto el exceso y como la falta de fibra puede provocar inflamación abdominal. Cumple una importante función, activar el tránsito intestinal, así que para evitar el estreñimiento solemos recurrir a su consumo. Pero abusar de la fibra también resulta contraproducente, nuestro organismo no es capaz de digerirla y podría provocar diarreas, acumulación de gases y disminución en la absorción de nutrientes. Es importante acompañarlo de agua, mejora la evacuación y con ello disminuye la presión abdominal.
La fibra en crudo es especialmente indigesta. Si detectas que no te sienta bien prueba a cocinarla y evita comer grandes cantidades de golpe.
COMIDAS PESADAS
Fritos, procesados, mantequillas, salsas... Las comidas grasientas no le caen muy bien al estómago, son difíciles de digerir y en el proceso es habitual que se produzcan gases. Además suelen ser comidas con bastante sal lo que provoca retención de líquidos.
BEBIDAS GASEOSAS
Buscamos reducir la inflamación abdominal así que parece evidente, consumir bebidas carbonatadas no es una buena idea. Aumentan los gases en el proceso de digestión y hacen que haya mayor presión y sensación de pesadez. Las puedes sustituir por infusiones frías, toma nota de mi sugerencia: Infusión fría de frutos rojos con toque de jugo de naranja y un poco de canela.
VELOCIDAD DE LAS COMIDAS
Comer rápido y masticar poco introduce aire en el proceso de digestión. Además influye en la cantidad de comida ingerida, la señal de saciedad tarda unos 20 minutos en producirse. Es conveniente comer tranquilo, con la boca cerrada y masticando cada bocado lo suficiente para que las enzimas salivares actúen, de lo contrario el alimento llegará al estómago casi intacto produciendo incómodas fermentaciones.
ESTRÉS & ANSIEDAD
El estrés es el origen de alteraciones tanto en el sistema nervioso como en el sistema digestivo. El estado anímico afecta a la manera de comer, nos empuja a comer de forma compulsiva, rápido y generalmente alimentos refinados y ricos en grasa. Es importante mantener un orden en la distribución y los horarios de las comidas.
INTOLERANCIAS
Los gases y la hinchazón del abdomen pueden ser síntomas de la intolerancia a un determinado alimento o grupo de alimentos. Las intolerancias más comunes son a la lactosa, al trigo, al marisco, frutos secos y determinadas frutas. Es importante analizar el momento en el que esto sucede, las cantidades consumidas y la elaboración.
Si la inflamación abdominal es algo que te preocupa te invito a que hagas un análisis de tus rutinas y comprobarás que con ciertas mejoras puedes aliviar el problema. Puedes solicitar información sobre el diseño de tu plan personalizado y seguimiento del caso. SOLICITAR INFORMACIÓN