A través de las hormonas el organismo regula sus funciones, impulsos y sensaciones. Aunque a veces sientas que pierdes el control, lo cierto es que gracias a tus rutinas puedes modular la secreción o inhibición de las hormonas y con ello sus efectos. Digamos que controlando de manera consciente los hábitos relacionados con la alimentación, el descanso y la actividad, estarás influyendo en mantener un equilibrio hormonal favorable a tus objetivos.
Si ponemos sobre la mesa el tema de la grasa, es inevitable hablar de la leptina. Niveles altos de esta hormona incentiva al organismo a quemar grasa y aumenta la sensación de saciedad. Por el contrario cuando se mantiene en valores bajos se ve obligado a ser más eficiente y gastar menos, es decir, el metabolismo se ralentiza.
FALTA DE SUEÑO
La falta de sueño produce una disminución de la leptina, ya sabes, sentirás menos saciedad y el cuerpo quemará menos grasa. Pero es que además aumenta la grelina, esta hormona se ocupa justamente de lo contrario produciendo sensación de apetito. De ahí que digamos que dormir poco engorda.
DIETAS RESTRICTIVAS
Las dietas restrictivas también disminuyen los niveles de leptina, lo mismo ocurre cuando estás mucho tiempo sin comer. La ansiedad crece y el cuerpo tiende a almacenar grasa, por este motivo salirse de la norma y concederse ciertas licencias ayudará a mantener a la leptina en un rango saludable. También por este motivo se recomienda comer cada 3-4 horas, el metabolismo está más activo, te sentirás saciado con menos comida y la ansiedad estará bajo control.
SEDENTARISMO
La actividad es otro hábito que mantiene los niveles de leptina en un rango saludable y mejora la sensibilidad a este hormona. Esto significa que las personas activas sienten menos sensación de hambre, son capaces de controlar la ingesta de comida y su metabolismo es más activo.
ESTRÉS
Es uno de los condicionantes que rompe el equilibrio hormonal en muchos aspectos, entre ellos aumento del apetito compulsivo.
Un dato curioso es que la leptina la segrega el tejido adiposo por este motivo el índice de grasa corporal guarda cierta relación con la presencia de esta hormona. Con esta premisa muchos os preguntaréis porqué las personas obesas no sienten saciedad comiendo poco y porqué almacenan grasa en lugar de quemarla. Bien, porque el sistema cuando está sometido constantemente a altos niveles sufre un trastorno y los sensores que deben alertar de su presencia no son capaces de detectarlo.
El mecanismo que regula el apetito, la saciedad y la gestión de las grasas depende de mantener un equilibrio hormonal estable. Cada hormona tiene su función y tanto en exceso como en defecto puede provocar alteraciones. Mantener un orden en los horarios regulares, una alimentación equilibrada, vida activa y un descanso suficiente te ayudará a que tu cuerpo funcione correctamente.
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