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Cómo evitar el efecto rebote


Efecto rebote cómo evitarlo

Engordar después de someterse a un proceso de pérdida de peso resulta desmotivador y frustrante, además de perjudicial para la salud. El efecto rebote tiene mucho que ver con el método utilizado para adelgazar. Simplificando, si te prometen adelgazar mucho en poco tiempo... Échate a temblar!!


¿Porqué se produce el efecto rebote?

Hoy día estamos expuestos a la sobrealimentación, pero esto no ha sido siempre así. Históricamente el ser humano ha sufrido épocas de escasez de alimento, esto ha marcado la manera en que nuestro cuerpo gestiona la energía. El organismo muestra cierta tendencia a almacenar en forma de grasa energía para disponer de ella en momentos de escasez.


Además del factor genético, los hábitos de vida y la manera que tienes de alimentarte condicionan la predisposición a quemar calorías o por el contrario a almacenarlas. Cuando te sometes a una dieta muy restrictiva en el organismo saltan las alarmas, le recuerda a esas épocas de escasez y ocurren dos cosas:


  • Metabolismo más lento. El organismo se vuelve más "eficiente" lo que hace que necesite de menos energía para subsistir.

  • Mayor tendencia a acumular grasa. De las calorías que consumes aumenta el porcentaje que destina a almacenamiento de grasa.


Por otro lado este tipo de dietas restrictivas fomentan el estado de ansiedad. De alguna manera te predispone a consumir alimentos ricos en carbohidratos simples, azúcares y grasas.


Tras una dieta de este tipo habrás perdido kilos (no grasa) y el efecto rebote empezará a hacer de las suyas. Y es que un metabolismo lento, una mayor predisposición a acumular grasa y un estado de ansiedad, es el coctel perfecto para recuperar los kilos perdidos e incluso alguno más.


¿Cómo evitar el efecto rebote?

El método que elijas para adelgazar es la clave. Olvídate de dietas o regímenes estrictos que solo buscan perder kilos en poco tiempo. Este tipo de dietas lo podrás mantener por una semana, quizás dos, pero a la larga volverás a tu vida anterior. Lo importante es cambiar tu forma de alimentarte, adquirir de manera progresiva hábitos que te ayuden a construir un estilo de vida saludable.


En realidad es muy fácil identificar las dietas que pueden desencadenar en efecto rebote. Hazte varias preguntas...


  • ¿Sustituye comida por productos dieteticos?

  • ¿Restringe drásticamente el número de calorías produciéndote un estado de cansancio y ansiedad permanente?

  • ¿Elimina de un plumazo alguno de los macronutrientes esenciales (grasas, proteínas o carbohidratos)?

  • ¿Limita la alimentación a unos pocos alimentos?

  • ¿Repite el mismo menú cada día?


Si la respuesta es SÍ, lo más probable es que no estés en el camino correcto. El efecto rebote es solo una de las consecuencias de este tipo de dietas milagro. Caída del pelo, pérdida de elasticidad de la piel, estrías, desajustes hormonales, diabetes, mal humor, mareos, alteraciones gastrointestinales, pérdida de tono muscular... Son algunos de sus efectos.


Un plan de alimentación debe tener como base la variedad, el equilibrio nutricional y la porción. Además debe contemplar que vivimos en sociedad, tienes que poder compaginarla con tus obligaciones y vida social.


Salirte de la norma y concederte ciertos caprichos puede convertirse en el secreto para evitar el temido efecto rebote. Pero ojo!! El tema de los caprichos no se puede descontrolar, debe ser algo esporádico y con sentido común. Yo siempre digo que hay que encontrar el equilibrio entre éstas dos frases:


"No es pecar, es vivir" & "No hagas de la excepción, la regla"

Ahí va mi consejo... Entre semana conviene ser riguroso y ordenado, y el fin de semana puedes ser algo más flexible. Intenta compensar los excesos con actividad, anticiparte a los imprevistos y disfrutar con tu alimentación.


Todo comienza por con un compromiso personal, un cambio requiere de cambios y tienes que estar dispuesto a ello. No valen los atajos, evita las dietas puntuales, una bajada de peso debe ir ligada a un cambio de hábitos en la mesa. Por mi parte te diré que merece la pena, que no es un sacrificio sino todo lo contrario. Experimentarás que una alimentación saludable no sólo cambia tu físico, también mejora el estado de ánimo y tu actitud. Si quieres que revise tu caso, solicita información sobre las planificaciones personalizadas. Tienes varias opciones: PLAN ALIMENTACIÓN / PLAN ENTRENAMIENTO / PACK COMPLETO

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