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Proteína ¿Suplementación o alimentación?


proteína suplementación o alimentación

El consumo de proteína es algo que os preocupa a muchos de vosotros. Me llama la atención que cuando alguien me pregunta por ello se está refiriendo a cómo incorporar en la dieta determinados productos de suplementación, en lugar de interesarse por aquellos alimentos que proporcionan este nutriente de manera natural.


No voy a decir nombres, estoy segura de que sabréis a qué me estoy refiriendo... Existen muchas dietas que lo único que buscan es vender sus productos. Lo voy a decir con pocas palabras: ES UN NEGOCIO!! Han conseguido que cale la idea de que para conseguir resultados hay que tomar batidos y otros derivados. Según ellos, para adelgazar basta con sustituir comida por batidos. ¿En serio estás dispuesto a estar toda la vida a base de batidos? A parte de caro y aburrido, no es sano. Estas dietas priorizan las proteínas frente a los hidratos de carbono, buscan adelgazar rápidamente sin tener en cuenta el impacto que tiene este desequilibrio en la salud.


Eso de que "la proteína adelgaza" vamos a ponerlo entre comillas. Cada gramo de proteína tiene 4 calorías, exactamente igual que ocurre con los carbohidratos. Es cierto que el organismo gestiona diferente la energía procedente de los carbohidratos que de las proteínas, pero ten claro una cosa, siempre que haya excedente calórico vas a engordar.


Las proteínas intervienen en procesos hormonales, inmunológicos, enzimáticos... Y juegan un papel fundamental en el estado estructural de tejidos y células. Por este motivo se relaciona su consumo con el crecimiento muscular. De ahí que muchos piensen que por tomar un batido después de entrenar van a estar más fuertes. Aunque es cierto que la proteína ayuda a reconstruir las fibras, no necesariamente tienes que consumirla con un batido. Y por otra parte, los resultados dependerán sobre todo de hacer un buen entrenamiento.


Los alimentos no están compuestos de un solo nutriente. Dependiendo del porcentaje de cada uno de ellos hablamos de alimentos ricos en carbohidratos, en proteínas o en grasas. Según su origen diferenciamos entre proteína animal o vegetal. Ten en cuenta que la proteína de origen animal suele ir acompañada de grasa saturada, así que tomaremos ciertas precauciones para rebajar o eliminar dicha grasa.

En el caso de los lácteos es sencillo, basta con optar por aquellas versiones desgrasadas. Ojo con los quesos, muchos de ellos incluso en su versión ligera siguen teniendo altos porcentajes de grasa.


La carne blanca, es una fuente de proteína bastante limpia. En este caso la grasa se encuentra localizada en la piel, retírala. En la carne roja la grasa está algo más infiltrada en el tejido por eso se desaconseja un consumo frecuente.


El huevo es un excelente alimento. En la clara se encuentra la proteína considerada de mayor valor biológico. En este caso la grasa se encuentra localizada en la yema.


El pescado, en especial el pescado blanco es fuente de proteína magra. Además, alimentos procedentes del mar como los moluscos (sepia, pulpo, mejillones, chipirones...) contienen proteína sin apenas aporte de grasa.


La proteína de origen vegetal la encontrarás en alimentos como: soja, guisante, legumbres, quinoa, arroz y/o frutos secos.


El aporte de proteína lo haremos a través de la alimentación y sólo en casos en los que los requerimientos protéicos sean elevamos y no sea posible cubrir esa necesidad con comida, optaremos por complementar nuestra alimentación con productos específicos ricos en proteína. Sustituir comidas por suplementos protéicos no lo contemplamos dentro de un estilo de vida saludable.


Las dietas de moda, pasan de moda y dejan huella en tu salud. No busques milagros ni resultados exprés, a la larga penalizarán a tu salud. En realidad no hay grandes misterios, a mí me gusta apelar al sentido común. Así que si quieres que lleve tu caso de manera personalizada y teniendo como base el equilibrio, la proporción y la variedad, te dejo mi contacto AQUÍ.

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