La idea generalizada de "estar a dieta" como un paréntesis en tu vida en el que te vas a sacrificar pasando hambre y ansiedad solo por lograr perder unos kilos, no tiene sentido. Es necesario aclarar que la palabra dieta hace referencia a una forma de alimentación, cada uno tiene la suya. Lo que ocurre es que quizás tu forma de alimentación no está siendo correcta y te lleva a cumular kilos, grasa, tener poca energía...
Desde mi punto de vista estar a dieta es aplicar unos cambios en tu forma de comer. Tal y como yo lo enfoco con mis clientes, se trata de llevar un plan de alimentación, un menú adaptado a ti y tus objetivos. Que sirve para mejorar tus hábitos en la mesa siendo sostenible en el tiempo.
Tenemos comida a nuestra disposición casi constantemente, eso unido a malas rutinas muy arraigadas hace que los cambios en la alimentación a veces se resistan. Hay momentos a lo largo del día que te ponen la zancadilla cada vez que te propones perder peso. Detectar cuales son esas situaciones te ayudará a salir airoso y mantenerte firme en la línea que te has marcado para lograr tu objetivo.
EN LAS ÚLTIMAS HORAS DEL DÍA
Tras un día sin mucho tiempo para ti llega ese ratito de tranquilidad. La comida tiene ese poder de disfrute que muchos ven como la recompensa del día. No improvises!! Llevar un buen plan de alimentación que establezca lo que comes en cada una de las comidas es la clave. Yo suelo decir a mis clientes... "El plan es seguir el plan"
COCINAR
Manipular comida puede resultar tentador. Picotear mientras se prepara la comida es uno de los hábitos más extendidos y con los que puedes desequilibrar el balance energético negativo que necesitas para adelgazar. Para evitarlo es importante llegar a ese momento sin hambre, de lo contrario te resultará complicado resistirte al impulso de comer. También puedes prepararte un aperitivo que te mantenga entretenido y no rompa el equilibrio nutricional. Te propongo unos palitos de crudité.
ESTAR SOLO
Cuando estamos solos nos sentimos más libres, sabemos que nadie juzgará aquello que no ve. Sin embargo lo que comes "a escondidas" también cuenta en el cómputo total del día. El compromiso contigo mismo y con aquello que te has propuesto debe estar más solido que nunca. La decisión de afrontar ese objetivo es personal, en esos momentos es interesante tener presente los motivos que te han llevado a querer adelgazar. Cambia el foco de atención de la comida a otra actividad.
VIENDO UNA PELI
Es uno de esos momentos de relax que a muchos les gusta acompañar de un picoteo. Aquello que comes mientras estás entretenido tu cerebro no lo registra de la misma manera. Si vas a tomar algo opta por un snack que no sume demasiadas calorías y sé moderado con la cantidad. Por ejemplo: encurtidos (pepinillos, cebolletas, altramuces...) o fruta como las fresas. Y si decides darte el capricho y disfrutar de las míticas palomitas, opta por la versión natural (sin mantequilla ni aceites) y hazlas tú mismo en el micro o en una sartén con tapa. [cuenco 25g. suman 94cal.]
ESTADO DE AGITACIÓN
Cuando tenemos prisa o estamos nerviosos las pulsaciones se elevan y producen un estado de agitación que nos empuja a actuar de forma impulsiva. Respira profundamente y baja las pulsaciones antes sentarte a la mesa, come despacio y mastica. Todo esto ayudará a rebajar el ritmo y te hará más consciente de lo que estás comiendo.
SALIDAS CON AMIGOS
Las quedadas con amigos frecuentemente van acompañadas de alcohol. Lo importante en esos momentos es disfrutar con tu gente, no lo que consumas. No me gusta ser radical, pero mi posición respecto al alcohol destilado (bebidas con alta gradación) es muy clara: En ningún caso forma parte de una vida saludable. En el caso de fermentados, como la cerveza o el vino, podríamos consumirlo de forma exporádica y en pequeñas cantidades.
MALAS INFLUENCIAS
Hay personas que pueden ser muy persuasivas, ponen al límite tu fuerza de voluntad con tal de que les acompañes en su capricho. Tienes varias opciones: contestar con un "no, gracias" y mantenerte firme en tu decisión, ser tú quién influya con buenas elecciones o alejarte de personas que no respetan tu decisión.
TRISTEZA, PREOCUPACIÓN Y CANSANCIO.
Buscar refugio en la comida para compensar un bajo estado de ánimo. Lo he comentado antes, la comida tiene un poder placebo que te satisface de manera puntual. Sin embargo un atracón, solo va a acentuar ese estado de bajón con un sentimiento de culpa.
COMIDAS DE TRABAJO
Lógicamente las comidas de trabajo son con personas de tu entorno laboral, seguramente no quieras compartir con ellos que estás cuidando tu alimentación. Sin dar muchas explicaciones intenta optar por aquello que mejor se adapte a lo que tenías programado.